domingo, 19 de abril de 2015

Después de mil sin escribir, vuelvo en sí...

Entre semana santa, la flojera, que se junta con la feria de Sevilla (que después es un efecto dominó con todas las ferias de los alrededores) me está costando poder poner las 4 pamplinas que suelo poner por aquí.
Y entre una cosa y otra...¿Ahora que escribo? Al final me he decidido por poner una conclusión sobre este período del año que he vivido ya más de una vez. Lo primero es que no soy de Sevilla, por lo que, no estoy acostumbrado al concepto de una semana de vacaciones (por semana santa), dos de vuelta a la rutina y otra semana más de vacaciones (feria de Sevilla). En mi tierra la semana santa tiene delante o detrás otra semana de vacaciones, con lo que hay dos semanas seguidas de vacaciones y después a la alturas que suele caer la feria, no nos damos cuentas y tenemos los exámenes a la vuelta de la esquina.
Como el diablo sabe más por viejo que por diablo, la situación no me pilla por sorpresa, ya más o menos miro las hojas para saber al menos de que me tengo que examinar (conozco gente que se presenta a asignaturas que no tiene o que confunde fechas). Si no sois de Sevilla y no conocéis la feria, os invito a ir a verla, sobretodo de día, que el calor aún da algo de tregua por esta época. Yo particularmente me quedo con la feria de mi tierra, ya que el corazón suele tirar más que otras cosas siempre y si buscáis entradas antiguas veréis mi entrada del año pasado explicando un poco como nació la feria de Sevilla, poco más que decir y ...MÁS CULTURA!!!