En la vida del estudiante de farmacia hay que tener en cuenta todo el desglose que tiene cada asignatura, por lo que una asignatura se divide en: Teoría, prácticas y seminarios (por norma general).
La teoría es el pan nuestro de cada día y como buenos estudiantes debemos de ir todos los días, sea o no sea obligatoria la asistencia para enterarnos correctamente y absorber todos los conocimientos que pone nuestro profesor a disposición nuestra, las prácticas como ya dije otro día es la aplicación de lo aprendido en clase en casos prácticos (también por norma general) cuya asistencia es obligatoria y te dará el derecho a realizar después tu examen de teoría.
Por último, normalmente las asignaturas presentarán un día a la semana donde se verán clases teórico-prácticas en las cuales, se aplica sobre papel lo también aprendido en teoría y en muchas ocasiones de este tipo de actividades salen preguntas parecidas (o a veces las mismas) a las del examen.
Ya dependiendo de la asignatura, algunas deciden poner un parcial a mitad del cuatrimestre para evaluar los conocimientos hasta la fecha, siendo en algunos casos exámenes eliminatorios de materia, algo que en muchas ocasiones nos salva la vida aunque estemos en un estrés constante y siempre alertas.
Para resumir, un estudiante puede estar perfectamente una semana yendo todos los días a clase, asistiendo y realizando los seminarios, tener prácticas (con o sin su correspondiente examen de prácticas) y al mismo tiempo un examen parcial, por lo que, con suerte en pocos días después se acaba muerto o en un estado parecido, o si te pones a echar cuentas, llegarás a la conclusión de que tus días necesitarían unas 35 horas para poder vivir de manera coherente y tener tiempo para hacer de todo, por todo esto me encanta la carrera de farmacia y solo deciros...MÁS CULTURA!!!
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